Naay es un hotel muy bonito, perfecto para unas vacaciones tranquilas y para apreciar hermosos atardeceres lejos del bullicio del centro. Las instalaciones son hermosas y nuevas, el personal es muy amable y lo hacen sentir a uno como en casa especialmente Carlos, Josué, Manuel, Rene y Lucio. La playa solitaria está a solo unos pasos así como también la laguna para ver la luminiscencia .
Se puede caminar por la playa y llegar al centro fácilmente en unos 25 minutos.
Solo tengo algunos comentarios para la administración que harían este hotel aún mejor: Por ser un lugar alejado del centro, me gustaría que hubiera una mayor variedad de platillos en el restaurant, ya que si se va uno a quedar por varios días el menú puede llegar a aburrir y salir a comer en otros lugares es un poco complicado. También hace falta mayor selección de productos en la tienda del hotel .
Agregar más personal haría la estancia aún más única e inolvidable.
Este sería un lugar ideal para reuniones familiares, bodas, etc .
Volvería a hospedarme en este hotel. !!